Al Teatro Por Primera Vez
Muchos niños reciben con nosotros su “bautizo teatral”. Cuando son mayorcitos de cuatro, cinco o seis años o más no hay problema. Pero cuando estos niños son menores de dos años les recomendamos a los padres que se sitúen con sus niños lo más atrás posible, cumpliendo ese dicho que dice: “los toros se ven de lejos.” Ocurre muchas veces que pese a esas precauciones los niños se impresionan y lloran, sea porque la participación de los otros niños los inquieta o porque alguna de las imágenes no son para sus primerizos ojos.
En alguno de los casos los padres deciden llevarse al niño. En esos momentos les proponemos que regresen invitados a una próxima función, pero que no dejen de volver a ver lo mismo y hasta ahora no nos hemos equivocado, los niños pequeños que regresan, terminan aceptando el juego teatral y empiezan a participar con los demás niños o aplaudiendo y bailando al ritmo de las canciones y la música de la obra.
No se que mecanismos funcionan dentro del ánimo de aquellos niños,
quizá sea la “magia” o el “milagro” del teatro.